Durante uno de sus conciertos recientes en Buenos Aires, Shakira sorprendió al público al subir al escenario a sus hijos, Milan Piqué Mebarak y Sasha Piqué Mebarak, para interpretar juntos por primera vez en directo Acróstico, la canción que ella dedicó a ambos. Fue un momento vivido con gran intensidad: frente a decenas de miles de personas, madre e hijos compartieron escenario, voz y emoción.
El tema, pensado como homenaje y carta de amor familiar, resonó con especial fuerza al escucharse en directo con las voces de los tres. Milan y Sasha, desde el piano y con su voz, sumaron sensibilidad y presencia al show, demostrando que la música forma parte de su día a día. Para Shakira, la aparición de sus hijos no solo fue un reclamo emocional, sino también una declaración de unión, familia y esperanza.
Más allá del aspecto artístico, este gesto significó para muchos seguidores un recordatorio de la dimensión humana que hay detrás del espectáculo: una madre y sus hijos compartiendo vulnerabilidad, talento y cariño en un escenario global. La ovación del público cerró un momento que ya se perfila como uno de los más especiales y recordados de su gira.